En los últimos años, Colombia ha sido reconocida como un destino atractivo para invertir en bienes raíces, especialmente para aquellos que residen por fuera del país, sean nacionales o extranjeros.

De acuerdo con Federico Estrada, gerente de La Lonja de Propiedad Raíz para Medellín y Antioquia, hoy existe una muy buena oportunidad para quienes se encuentran por fuera, por la depreciación de la divisa nacional que repercute en un mayor poder adquisitivo para esa población. Al 7 de julio de 2023, la tasa de cambio representativa del mercado se ubicó en $4.195 colombianos por dólar que, si bien es menor a los picos alcanzados en meses anteriores, todavía representa una gran ventaja para los compradores extranjeros. Además, explica Estrada, “a pesar de que las tasas de interés se han incrementado de manera importante en Estados Unidos y Europa, aún siguen siendo bastante bajas en comparación con lo que observamos en Colombia, lo que les permite financiar la compra de inmuebles en nuestro país de una manera mucho más económica que si lo hicieran directamente con instituciones financieras locales”.

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Aparte de ser una inversión, con buenos niveles de rentabilidad y bajo nivel de riesgo, el gerente de La Lonja subrayó que las propiedades en Colombia históricamente han sido un buen refugio en momentos de alta volatilidad política y económica: “Los inmuebles han tenido incrementos de precio muy por encima de la inflación, protegiendo el patrimonio de los colombianos de la pérdida de poder adquisitivo que se registra año tras año en el país”.

• 650 mil negocios de propiedad raíz se espera que se hagan en el país durante 2023.

Tasas de interés, ¿un impedimento?

Lo más importante antes de realizar una inversión es tener claro cuánto dinero deberá destinar para pagar el crédito hipotecario, en el caso de que quiera acceder al sector financiero nacional.

En ese sentido, la buena noticia es que las tasas de referencia que venían al alza, finalmente fueron estabilizadas en junio pasado por parte del Banco de la República y, se espera, comiencen a disminuir en los próximos meses, debido a la caída en la inflación que se ha evidenciado en el último trimestre, de acuerdo con el Dane.

• 126 mil viviendas nuevas se proyectan sean vendidas este año.

La recomendación es estar atento a las oportunidades, ofertas o promociones de los bancos y constructoras, pues podrían bajar durante el año, dada la ralentización del sector de la construcción y el nuevo panorama macroeconómico.

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Otros aspectos positivos

1. Facilidad para nómadas digitales: De acuerdo con Sebastián Palacios, gerente de WeWork en Medellín, tras la pandemia han triplicado la venta de sus membresías para nómadas digitales, en su mayoría extranjeros. El clima, la facilidad de tener espacios de trabajo flexibles y el voz a voz, son clave: “La mayoría que nos visitan es por amigos suyos que estuvieron o están en la ciudad en estos momentos”.
2. Valorización y rentabilidad: Cifras de Camacol Antioquia muestran que en la última década se multiplicó hasta por cuatro la venta de vivienda nueva en zonas al sur del Valle de Aburrá como El Poblado, Envigado y Sabaneta. Las razones de este crecimiento son principalmente la ubicación, la valorización, los sistemas de transporte público y la oferta de entretenimiento.
3. Seguridad en la inversión: Existe un sistema legal fuerte que garantiza la seguridad jurídica para los inversionistas extranjeros. El gobierno ha implementado reformas y leyes que protegen los derechos de propiedad y brindan un marco legal sólido para las transacciones inmobiliarias. Gracias a eso el mercado ahora es más transparente, regulado y confiable.
4. Mercado de oferta y demanda: Según Jaime Gómez, gerente de la inmobiliaria Century 21 Onix, entre 2017 y 2019 se construyeron menos viviendas de las que el mercado demandó y muchos proyectos en construcción se entregaron más tarde de lo programado. Esto llevó a que haya menos viviendas para arrendar y que su precio sea mayor.
5. Crecimiento del sector inmobiliario: Colombia ha atraído a un creciente número de visitantes en los últimos años. Y ese turismo, a su vez, ha generado una mayor demanda de viviendas, especialmente en ciudades como Cartagena, Medellín y Bogotá. Como resultado, se han generado oportunidades en el mercado de alquileres de corta estancia.